A pesar de ser uno de los regímenes de alojamiento que peor prensa tiene, el Todo Incluido para familias de los hoteles en Mallorca e Ibiza es uno de los mejores que se pueden encontrar en toda Europa: aunque evidentemente hay excepciones de las que uno debería huir, la mayoría de los establecimientos que entregan a sus clientes una pulserita que les da acceso a todo lo que deseen consumir en el hotel durante su estancia cumplen con creces los estándares de calidad fijados por la UE.
De hecho, buena parte de ellos gozan del sello de calidad que otorgan administraciones e instituciones oficiales y otros muchos cuentan con el que, hoy por hoy, parece el mejor respaldo: el boca a boca. Algunas de las páginas de opiniones sobre hoteles entregan sus propios premios de excelencia de acuerdo con los comentarios de sus usuarios y, si uno presta atención, se puede observar como los hoteles Todo Incluido en Ibiza y Mallorca no son precisamente los que peor parados salen.
Los programas Todo Incluido han cambiado mucho en los últimos años gracias a una firme apuesta por los buffets variados y saludables que invitan a disfrutar más de la gastronomía local y de los productos frescos de temporada.
También la especialización de los servicios ha sido crucial para la mejora de este concepto hotelero: el miniclub, los deportes de todo tipo, las excursiones programadas a los principales puntos de interés del destino, las entradas para asistir a determinados eventos… Elegir Todo Incluido ya no supone pasar todas las vacaciones dentro del hotel sino que se fomenta el disfrute del entorno como elemento fundamental de fidelización.
El que elige un hotel todo incluido en Mallorca para familias no solo lo hace por la comodidad, sino también por las garantías de seguridad y ocio que ofrece el destino y por la calidad que se le presupone a uno de los principales centros turísticos de Europa.