¡Qué viva el carnaval!

Febrero sería un mes tristísimo si no fuera porque es la época del año en la que se celebra una de las fiestas más divertidas y extravagantes del calendario. Febrero es carnaval y el carnaval es risas, disfraces, locuras, noches de música y baile, desfiles, sorpresas y todo lo que uno quiera imaginarse. En España, el carnaval es una de nuestras celebraciones favoritas y, aunque en muchos lugares se ha ido perdiendo la tradición, en otros se mantiene como uno de los eventos indispensables a los que acudir en estas fechas de invierno.

Es el caso de Canarias, donde el carnaval forma parte de la misma esencia de sus gentes. Por algo son, junto con los de Río, los carnavales más famosos del mundo. Tenerife, Fuerteventura, Gran Canaria, Lanzarote… Todas las islas, en mayor o menor medida, se envuelven en un traje de fiesta continuo que se prolonga hasta casi el mes de marzo. Además de los tradicionales desfiles y la elección de reinas y reyes del carnaval, en todos los pueblos de Canarias se programan actividades festivas y culturales de todo tipo. Si a todo ello le añadimos el excelente clima del que presume el archipiélago, pocos destinos son mejores para programar una escapada en febrero divertida y a buen precio.

Una de las opciones más interesantes es alojarse en un hotel en el centro de Santa Cruz de Tenerife, que es donde se celebra el gran carnaval de Canarias. Sin embargo, es probable que, a estas alturas, sea ya complicado conseguir una habitación en Santa Cruz económica. Por ello, merece la pena investigar un poco más e irse a alguna de las zonas de costa. Al fin y al cabo, en la isla todo está relativamente cerca si se alquila un coche.

Iberostar Grand Hotel Salome

Iberostar Grand Hotel Salome

Los hoteles de golf en Costa Adeje, junto con los hoteles spa en Tenerife, representan una buena oportunidad en estas fechas ya que todavía es temporada baja en las zonas de playa y los establecimientos hoteleros tienen muchas habitaciones sin reservar con precios más que asequibles. Tanto que es posible reservar un hotel con Jacuzzi en Tenerife desde 41 euros la noche. En la zona del sur de la isla es donde se concentran también los mejores resorts para familias de Tenerife y esto se mezcla con propuestas de diversión mucho más familiares que las de la locura carnavalera de Santa Cruz.

No obstante, el carnaval no solo se celebra en la gran ciudad. Para los que apuesten por otra isla que no sea Tenerife, Fuerteventura siempre es una buena alternativa. La zona de hoteles en Playa Jandía es una de las más animadas durante el carnaval: su cercanía al pueblecito pesquero de Morro Jable te permitirá ver uno de los carnavales más auténticos, aunque menos multitudinarios que los de Santa Cruz o Gran Canaria. Esto tiene grandes ventajas si el viaje lo programas con niños, ya que las aglomeraciones no son buenas compañeras cuando se va a disfrutar con los más pequeños de la casa.

Para alojamiento, hay mucha diversidad: aquí están algunos de los más completos hoteles spa de Fuerteventura, así como completos resorts junto a la Playa del Matorral, la playa Gaviotas o la zona de Costa Calma.

Las actividades, al igual que sucede con Costa Adeje, son más versátiles: no solo se hacen grandes fiestas nocturnas ideales para compartir unas risas con el grupo de amigos, sino que también hay programadas actividades deportivas, carnavales infantiles, talleres de preparación de disfraces, muestras de trajes tradicionales de carnaval, exposiciones de arte y fotografía… Un pack completo para una semana de vacaciones en pleno invierno. ¡Quién se apunta!

Turismo con niños

Incluso en plena crisis, nadie escatima en gastos cuando se trata de asegurar lo mejor para sus hijos. En esta línea no sorprende que el turismo familiar se mantenga en auge en toda Europa y, de forma especial, en España, dado que nuestro país es uno de los destinos principales para los europeos que viajan con niños. La especialización de la oferta hotelera y complementaria para este segmento turístico avanza también al mismo ritmo, creando toda una red de servicios adaptados hasta el más mínimo detalle en garantizar unas vacaciones cómodas, seguras y divertidas para todos los miembros de la familia.

Las cifras anuales de turismo indican que el turismo familiar representa entre el segundo y tercer nicho de mercado en nuestro país, por detrás del turismo de parejas, y contempla solamente a aquellos que viajan con niños menores de 18 años –edad que, poco a poco, se va reduciendo a los 16, cuando los adolescentes empiezan a querer marcar distancia con sus padres y viajar con sus amigos-. El gasto medio es muy variable en este segmento, ya que cubre un abanico tan amplio que puede llevar desde el más escueto low cost al lujo más exuberante.

La mitad de los turistas que acuden a nuestro país de vacaciones viajan en familia, un dato que se confirma sobre todo en comunidades especialmente vinculadas al turismo familiar como pueden ser Andalucía y Cataluña. Ésta última, de hecho, es una de las primeras regiones de Europa que cuenta con un sello propio que la acredita como destino preferente para familias.

La pega más importante del turismo familiar es su gran estacionalidad, marcada por las vacaciones de los niños y sus necesidades. Los grandes viajes se concentran en verano, entre julio y agosto, siendo las últimas semanas de agosto –sobre todo en el caso español- las menos propicias ya, dado que muchos padres prefieren volver con tiempo a sus casas para preparar con calma la vuelta al cole. No obstante, cada vez son más las familias que apuestan por viajes cortos a lo largo del año y aprovechan hasta los puentes de 4 días para una escapada. Cerca y cómoda, eso sí.

Planes family, nuevos servicios y gratuidades en las aerolíneas, promociones especiales de alojamiento gratuito para niños, adaptación de infraestructuras hoteleras… El sector ha trabajado (y sigue trabajando) muy duro por conquistar a este segmento siempre fiel a esos destinos de sol y playa que nunca fallan. De ahí que las grandes cadenas hoteleras, de ocio y de restauración apuesten fuerte por la reconversión de destinos maduros familiares para poder garantizar esta misma bonanza en el futuro.

De esta línea de trabajo han surgido hoteles temáticos para familias tan valorados como los hoteles Picapiedra de Sol Hoteles; los hoteles con miniclub en Mallorca, hoteles en Lanzarote para niños o los alojamientos que son parques de atracciones auténticos. También hay una creciente labor por incorporar a los hoteles Todo Incluido en Fuerteventura servicios compatibles para padres y niños, creando dentro de estos típicos resorts para familias en Jandía exclusivas zonas para adultos.

La playa suele ganar a la montaña siempre que se trata de viajar con niños. Así, los destinos preferidos por las familias en nuestro país son las islas, tanto Baleares como Canarias –éstas con la ventaja de que ofrecen sol todo el año-, y la zona de Levante y Andalucía. Británicos, alemanes, francés y nórdicos son los más habituales, aunque en los últimos años, gracias a nuevas conexiones aéreas creadas especialmente para la temporada de verano, se han sumado a esta tendencia italianos, suizos y rusos. Optar por un buen hotel en Mallorca para niños, un hotel Todo Incluido en Cala Ratjada o un hotel con miniclub en Playa de Muro, siempre es una buena elección: todos los alojamientos en estas zonas están perfectamente equipados, bien comunicados y ofrecen un entorno seguro y tranquilo.

Pero las vacaciones en familia se planean no en función del destino propiamente dicho, como sí sucede cuando se viaja en pareja o con amigos, ya que las motivaciones de viaje en familia son principalmente una: ofrecer una opción de relax, ocio y diversión a todos los miembros de la familia, especialmente los niños. No obstante, cada vez más, se buscan alternativas que permitan converger gustos y de ahí surgen toda esa nueva línea de hoteles con spa en Fuerteventura, hoteles spa en Tenerife… similares a los exclusivos hoteles solo adultos en zonas como Illetes, en Mallorca, pero con una interminable gama de actividades y atenciones para que los pequeños se diviertan a su aire mientras los padres se relajan de verdad.