El turismo con mascota ha estado siempre muy ligado a los alojamientos y zonas de carácter más rural, debido a que el entorno suele ser más acogedor para el disfrute de esos turistas de cuatro patas. Según datos de 2013 aportados por el portal escapadarural.com, el viajero que gusta de la naturaleza suele viajar con su mascota y tiende a decantarse por alojamientos en zonas de costa. La ocupación media de los establecimientos rurales que admiten mascota es superior en un 33% a los que no, un porcentaje que en comunidades como Navarra y Cataluña supera el 50%.
Sin embargo, hay que reconocer que, sin robarle terreno a lo rural, existe una creciente demanda de viajeros con mascota que se decantan por las ciudades. Este segmento ha despertado una oferta nueva que poco a poco parece ir abriendo camino en la hotelería urbana y en los establecimientos complementarios, que cada vez ponen menos trabas a los que acuden acompañados por su mascota.
Las normativas siguen siendo estrictas y la administración no avanza al mismo tiempo en este sentido. Así, para desgracia de muchos dueños de animales, España se mantiene como un país que, comparado con el resto de Europa, está a años luz de facilitarle la vida al que viaja con mascota: sigue habiendo grandes limitaciones de movilidad en las zonas urbanas para los que viajan con mascota, el acceso a edificios públicos suele estar vetado, así como la mayor parte de restaurantes, algunos parques y muchos alojamientos.
Entre toda esa maraña de impedimentos y complicaciones, las soluciones adaptadas van surgiendo poco a poco y van dando forma a un nuevo nicho de negocio en el sector que algunos empiezan ya a explotar. De hecho, ya se pueden encontrar varias cadenas de hoteles que admiten mascotas en Barcelona, como Catalonia, que posee al menos 3 hoteles en el centro de Barcelona que aceptan animales: el Hotel Barcelona Plaza, el Catalonia Ramblas y el hotel Atenas junto a la Sagrada Familia.
Otra de las firmas hoteleras urbanas que ha hecho una importante apuesta en este sentido ha sido la cadena vasca Petit Palace, con 4 hoteles en Barcelona que aceptan animales: el Hotel Museum Barcelona, un hotel junto a la Boquería, otro hotel en Ramblas y un cuarto hotel junto al Paseo de Gracia, todos con un paquete especial para mascotas con cama, bebedero y comedero para que el animal se sienta a gusto en la habitación.
Lo que sí es necesario tener en cuenta es que todos los alojamientos suelen marcar una serie de condiciones y limitaciones sobre todo en cuanto al tamaño del animal y a restricciones de movimientos o acceso a determinadas zonas del hotel. Los dueños de perros pequeños o gatos no tendrán demasiado problema, pero si se trata de un perro grande es probable que no pueda hacer la reserva. Para ellos, la alternativa sigue siendo el alojamiento rural o los hoteles tipo resort que, en ocasiones, sí incluyen -de forma bastante excepcional- el acceso a mascotas.
Para viajar con mascota es imprescindible llevar siempre con nosotros el pasaporte del animal con la vacunación al día y, si tenemos previsto salir del país, tendremos que pedir a nuestro veterinario que firme un documento de conformidad señalando que ha pasado revisión médica completa al animal y que éste se encuentra en perfecto estado de salud (o que al menos no posee ninguna enfermedad peligrosa o contagiosa).
También es importante que llevemos alguno de sus juguetes favoritos, su pienso -si consideramos que allí donde vamos es posible que no lo podamos encontrar-, un recipiente para poder ofrecer agua al animal cuando estemos de ruta o paseando, pastillas para tranquilizarlo a la hora de volar o viajar en coche largos trayectos (solo si el veterinario nos lo recomienda) y un buen transportín homologado, ya que nos lo exigirán en el aeropuerto y en muchos autobuses urbanos, taxis e incluso en hoteles.