Los mejores chiringuitos y beach clubs de la Costa de Calviá

Según los expertos del sector inmobiliario, pocos lugares en el mundo son tan exclusivos como lo es el municipio mallorquín de Calviá y concretamente su costa. Visitada por miles de megayates (que amarran en puertos tan impresionantes como los de Portals o Port Adriano) y lugar de residencia de las grandes fortunas del mundo, la costa de Calviá es también base de algunos de los chiringuitos y beach clubs más bonitos, exclusivos y especiales de la isla de Mallorca.

Con tendencia a la decoración en tonos claros, de estilo rústico y con la arena de la playa bajo los pies, visitar estos chiringuitos antes de la puesta de sol es una idea perfecta para soñadores, románticos y amantes de la naturaleza insular. ¿Dónde se hallan los más bonitos? Hoy os damos 5 nombres:

Il Chiringo de Palmanova

En la llamada “playa grande de Palmanova” se halla uno de los primeros chiringuitos que cobró vida en la isla de Mallorca. Il Chiringo es un lugar en el que sentirse como en casa, un chiringuito que descansa sobre la arena de la playa y en el que comer paella con naranja o tomar daiquiris realmente ricos. ¿Lo mejor? La noche, ese momento en el que el lugar se llena de antorchas.

El Chiringuito

El Chiringuito

El Chiringuito de Costa de la Calma

Haciendo gala al nombre de la zona que lo alberga, el Chiringuito de Costa de la Calma es uno de los más bonitos y especiales de la isla. Ubicado sobre las rocas y con unos atardeceres de infarto, el lugar es punto de encuentro de la población local, la misma que lo ha elegido como lugar de retiro.

Perseverantia Beach Club

De nueva creación en la bahía de Santa Ponsa (una de las más bonitas de la costa de Calviá) y con una carta gastronómica de primer nivel, el Perseverantia Beach Club es uno de estos lugares para enamorarse de la isla, de su brisa marinera y de su gente. Perfecto para una cena romántica o para un encuentro con amigos, el lugar está abierto hasta bien entrada la madrugada.

Mood Beach

Con su tobogán blanco, su piscina interior y con una vistas increíbles de la playa de la calita de Costa d´En Blanes, el Mood Beach es uno de los clubs de playa más exclusivos de la costa de Calviá. ¿La recomendación para no llevarnos sustos? Apostar por ver el local con un aperitivo y una copita de cava.

Campino, en Es Carregador (Palmanova)

A medio camino entre un beach club y un chiringuito de playa, el Campino es la mezcla perfecta de todo lo bueno que tiene la Costa de Calvia. Ubicado en la playa de Es Carregador (conocida como “la playa pequeña de Palmanova”), el lugar es perfecto para ir en familia, con amigos o en pareja y es que cuenta con un completo de menú de platos exquisitos, postres deliciosos y una carta de cócteles muy recomendable.

Hoteles para grandes y pequeños en Calvià

Se viaje en pareja, con amigos o en familia, en la zona de Calvià hay hoteles que se adaptan a la perfección a aquello que necesitamos y buscamos en nuestros días de vacaciones. Una de esas cadenas que pueden presumir de hacerlo especialmente bien en la zona es Sol Hotels; una hotelera que cuenta con el increíble Sol Katmandu Park Resort (pensado para familias) y su Sol Beach House para quienes prefieren unas vacaciones con amigos.

Una puerta al paraíso: la Costa de la Calma

Hay un pequeño rincón de costa en Mallorca que se ha convertido en los últimos años en un enclave privilegiado para disfrutar de unas vacaciones de relax y playa con todo tipo de servicios pero sin renunciar a la placidez y tranquilidad, lejos de los grandes núcleos turísticos de la isla. La Costa de la Calma, en la bahía de Santa Ponsa, cumple todos estos requisitos y se mantiene a salvo del turismo de masas, con una oferta hotelera selecta y pequeñas calas mediterráneas en las que escapar de todo y reencontrarse con uno mismo.

Lo mejor para disfrutar de este destino tan especial es reservar un hotel en Mallorca que esté cerca de Cala Blanca o de las playas de Peguera y Santa Ponsa. Desde ambas zonas se puede llegar caminando hasta la Costa de la Calma, sin necesidad de coger coche o transporte público, simplemente paseando por la orilla del mar.

Hotel Maritím Galatzó

Hotel en la Costa de la Calma

Grandes pinares mediterráneos, playas de arena y calas de roca que tienen acceso directo al mar con pequeñas escaleras instaladas en sus salientes conforman este paraje de relax, en el que se puede ver una de las mejores puestas de sol de Mallorca: justo desde Cala Blanca, mirando al oeste, el sol se pone sobre las colinas que cierran la bahía de Santa Ponsa creando una estela casi mágica sobre el mar.

El hotel que hay en Cala Blanca es una opción de alojamiento muy cómoda, pues está a pie de playa. Otra de las alternativas es reservar una habitación en un hotel junto a la Reserva del Galatzó, una de las montañas más hermosas que se dibujan en esta costa, sobre todo si se quiere disfrutar de las incomparables vistas que se obtienen desde este punto elevado sobre el mar. En ambos casos, las playas y servicios turísticos están muy cerca, pero lo suficientemente alejados como para que el descanso y la tranquilidad estén garantizados.

La Costa de la Calma ofrece la posibilidad de relajarse como en ningún otro lugar de Mallorca y de vivir al máximo la naturaleza. Si eres un aficionado a los deportes acuáticos (buceo, vela, paddle surf…) en esta zona tendrás el mejor escenario para practicarlos, así como otras disciplinas de ejercicio al aire libre como el cicloturismo, el golf y el senderismo.

De hecho, alrededor de esta costa es donde se concentra la mejor oferta de hoteles de golf de Mallorca, con varios campos que miran al mar y que brindan circuitos pensados para todos los niveles, desde principiantes a profesionales.

Asimismo, al ser un área de vacaciones tranquila y familiar, muchos hoteles en la Costa de a Calma ofrecen alojamiento para mascotas, una opción que no es muy habitual en la isla y que queda reducida a unos cuantos resorts y agroturismos de montaña o interior.

La cercanía a los núcleos de Santa Ponsa y Peguera, mucho más bulliciosos y turísticos, da la ventaja de poder organizar jornadas de compras o noches de fiesta sin necesidad de pensar en el desplazamiento, pudiendo llegar a los dos pueblos caminando o bien reservando un taxi por un precio realmente asequible.

En la misma Costa de la Calma, además, existen varios bares, restaurantes y chiringuitos de playa que te permitirán conocer lo mejor de la gastronomía local y tomarte algo a orillas del Mediterráneo sin los agobios de las masificaciones propias del verano mallorquín.

Alojamiento en Costa de la Calma:

Hotel Marítim Galatzó

Fergus Style Cala Blanca Suites

Dónde comer:

Diablito Santa Ponsa

Restaurante Feliciano’s Santa Ponsa

Tomar algo:

El Chiringuito