Lo hemos dicho muchas veces y lo mantenemos: cada viaje es distinto (aunque vayas al mismo lugar), cada viajero busca una experiencia y cada alojamiento está pensado para lo que está pensado. Siempre se puede seguir matando moscas a cañonazos, como se suele decir comúnmente, pero lo cierto es que adecuarse a la demanda y especializarse es -para quien lo quiera ver y para quien no- fundamental en los tiempos que corren.
El turismo especializado es el turismo del futuro. Siempre habrá hoteles todoterreno que seguirán sobreviviendo a base de viajeros de clase media baja que buscan paquetes de vacaciones a precios económicos (muy económicos) y que no miran la calidad sino la cantidad de servicios y posibilidades que el establecimiento y el destino puedan brindarle.
Ganancia a fuerza de volumen: un camino agotado ya para muchos que han sabido ver las orejas al lobo y han tenido la valentía de lanzarse a la aventura de reconvertir su hotel escuchando las necesidades de su público. La dura exigencia de las inversiones en épocas de vacas flacas como han sido los últimos años en España han dejado en la cuneta las ilusiones de un buen número de pequeñas cadenas hoteleras, dejando despegar a los grandes grupos que, una vez más, sí han sabido llevar la batuta en esta etapa de transición e incertidumbre.
El sector hotelero en España, a pesar de que no todos han podido o querido apuntarse a esta nueva tendencia, es uno de los que más ha avanzado en el concepto de hoteles para parejas y hoteles Solo Adultos y dispone actualmente de una gran variedad de alojamientos diseñados especialmente para este tipo de viajes para dos, en los que la prioridad es el descanso, la buena gastronomía y los servicios de relax que pueda ofrecer el propio establecimiento.
Los destinos que han desarrollado más esta línea turística son los de costa, especialmente Mallorca, Málaga, Huelva, Cádiz y Canarias; aunque también se pueden encontrar agradables excepciones en la costa catalana y, por supuesto, ha sido un filón en las grandes capitales como Madrid, Valencia y Barcelona, en las que el segmento de viajeros en pareja es una de sus principales fuentes de ingresos.
Los alojamientos mejor definidos suelen concentrarse en zonas de alta demanda turística y contar con centros de wellness y bienestar emblemáticos dentro del destino. Destacan entre todos los hoteles spa en Playa de Palma (Mallorca); los hoteles solo adultos en Costa Adeje -dentro de la categoría de hoteles spa en Tenerife-; algunos hoteles spa en Fuerteventura, especialmente en la zona de Jandía -el extremo más sur de la isla- y los hoteles spa en Chiclana.
Los precios suelen ser un poco más altos que en los hoteles Todo Incluido normales ya que son alojamientos, por lo general, que superan las 3 estrellas y que cuentan con servicios especiales más allá del spa. Por ejemplo, es habitual que cuenten con más de un restaurante y que uno de ellos sea de estilo cocina de autor o con menús para gourmets. También coinciden en ofrecer bares lounge o, directamente, beach clubs con espacios chill out, fiestas para bailar y divertirse entre amigos y siempre una atención personalizada en la que prima la independencia e intimidad del usuario.
Algunas grandes cadenas hoteleras han logrado plasmar de tal modo esta nueva línea de hotel que se han convertido en auténticos referentes en todo el mundo. Entre los proyectos más reseñados se encuentran la línea The Grand Collection de IBEROSTAR, con el Hotel Grand Budapest como exponente en Europa y el Hotel Grand Salomé en Tenerife. Meliá, con sus renovados resorts en la zona de costa de Calvià, es otra de las pioneras y cuenta con hoteles tan especiales, originales e inspiradores como el Sol Wave, el Sol Beach House Cala Blanca… antes enmarcados en su línea de vacaciones para parejas de Sol Hotels.