Si nunca has estado en un hotel de lujo, ahora es tu momento. El sector muestra cada vez una competencia más fiera, tanto en nuestro país como fuera, y los precios se están volviendo más parejos a los de alojamientos de categorías 4 estrellas y 4 estrellas superior, democratizando su oferta pero sin perder ni un ápice en calidad, exclusividad y experiencia. Más bien al contrario.
La industria del lujo está de moda. Este segmento de negocio mueve cada año cerca de 1,3 billones de euros en todo el mundo y no deja de crecer. Solo entre 2010 y 2012, el consumo de productos de lujo creció un 34% en todo el mundo y a un ritmo de cerca del 2% en Europa, según datos extraídos de los informes de Bain & Company “World ide Personal Luxury Goods Market Trend” y “Wealth Report’s Attitudes Survey 2014”, de la firma inmobiliaria Knight Frank y Ledbury Research.
Otro informe, en este caso, de Boston Counsulting Group, indica que de los 1,3 billones mencionados anteriormente, la gran mayoría se los llevan las experiencias de lujo, que incluyen desde viajes a restaurantes, hoteles 5 estrellas, cultura…
Tanto grandes como pequeñas cadenas hoteleras de nuestro país han visto la oportunidad que este crecimiento constante representa y empiezan a dejarse ver apuestas de gran valor como la de los resorts de Barceló, los hoteles temáticos de Melià, Petit Palace y sus hoteles urbanos… Una tendencia que parece consolidarse no solo en destinos turísticos de gran lujo sino también en zonas clásicas de sol y playa y en ciudades de tamaño medio.
El ejemplo Grand
Uno de los ejemplos españoles más notables en este esfuerzo por ofrecer al turismo de lujo unas instalaciones y servicios de nivel es la línea The Grand Collection que ha ideado Iberostar Hotels & Resorts y bajo la cual ha englobado a sus mejores resorts 5 estrellas en Tenerife y su hotel de lujo en Budapest, entre otros.
Las claves de la línea de hoteles Grand se mueven de forma paralela a los cambios que se han registrado en los consumidores de este tipo de alojamientos 5 estrellas: viajeros que buscan máxima calidad en los productos e instalaciones y exigen una atención personalizada donde los pequeños detalles son los que han de marcar la diferencia.
La gastronomía es un pilar básico sobre el que se sostienen estos hoteles de lujo exclusivo. El Grand Hotel Mencey, por ejemplo, es reconocido por ser el hotel más emblemático de Santa Cruz de Tenerife, por el que han pasado algunos de los personajes más famosos de la historia del cine, la política, el deporte… Sin embargo, uno de los principales atractivos por el que es valorado actualmente es su excelencia gastronómica: su cocina de Los Menceyes, un restaurante gourmet en Santa Cruz de Tenerife que incluye aula culinaria y donde durante todo el año se organizan cursos de alta cocina con chefs de renombre mundial.
El caso de este histórico hotel de lujo en Tenerife coincide con lo que señala el informe de Boston Counsulting Group: la mayoría de los restaurantes de lujo que están triunfando actualmente están vinculados a hoteles 5 estrellas, como parte de una experiencia más global. Así, es habitual que en España, cada vez con más frecuencia, los grandes chefs tomen las riendas de las cocinas de alojamientos de lujo en ciudades como Madrid y Barcelona o en destinos de primer nivel turístico como los hoteles de golf en Mallorca o en Marbella.
Lujo vivencial
Las propuestas para gourmets, no obstante, solo es una de las muchas experiencias que forman parte de lo que se ha dado en llamar lujo vivencial, donde el turismo 5 estrellas a destinos cada vez más exóticos es la última tendencia. Pagar por vivir experiencias únicas genera un mercado que maneja unos más de 300.000 millones de euros al año, según los citados informes.
Pero los destinos turísticos clásicos tampoco se quedan atrás, de hecho países como España, Francia y la Toscana italiana son algunos de los lugares que más facturación registran en este sentido. Golf y deportes de aventura, relax, belleza y bienestar y, por supuesto, la ya mencionada gastronomía son los principales valores que los turistas de lujo buscan en ellos.