Hoy, quisiera hablar sobre el restaurante La Plaza, un restaurante de cocina española en Budapest. Se trata de un restaurante ubicado en el Iberostar Grand Hotel Budapest, en el centro de la ciudad y con vistas a la Plaza de la Libertad. Concretamente, se encuentra en la calle Szabadság tér numero 4, rodeado de lugares únicos de interés turísticopara todos aquellos que visitan la ciudad.
Gastronomia española en Budapest
El restaurante La Plaza es un restaurante gourmet en Budapest, dirigido por el reconocido chef español Sergio Montaño que cuenta con una larga experiencia en restaurantes de nivel de Estrella Michelin ademas de haber liderado la cocina de algunos de los mejores y mas reconocidos hoteles de todo el mundo, como son las cadenas hoteleras de Sheraton, Hilton, Marriott, Le Meridien. Sus conocimientos van mas allá de la gastronomía española, experimentado con técnicas de cocina de gastronomías tan diversas como la asiática, italiana, francesa y demás cocinas internacionales.
En el restaurante La Plaza se mezclan los productos y recetas de la cocina española junto con platos tradicionales húngaros, empleando modernas técnicas de preparación y elaboración para jugar con texturas y sabores únicos.
Restaurante La Plaza en Budapest
La carta de este restaurante español en Hungría cambia según la temporada, pero donde nunca faltan los sabores mas representativos de la cocina ibérica, como son el jamón ibérico, la paella de verduras, pescado o carne, pescados típicamente mediterráneos y carnes como la carrillera de ternera o la lechona. La carta del restaurante también cuenta con un menu degustación de 5 u 8 platos, y un menu de mediodía con 2 o 3 platos a su elección.
Otra de las sorpresas del restaurante La Plaza es su cafeteria, abierta al publico a cualquier hora del día, donde uno puede disfrutar de tanto en el interior como en su espléndida terraza, de una selección de tapas españolas, pastas, una increíble carta de cafes, tes e infusiones, ademas de una selección de cocktails, con y sin alcohol, que lo convierte en un lugar idílico donde desconectar después de un día de turismo por la ciudad.