Aún no se han terminado las vacaciones de verano y la cabeza ya empieza a pensar en escaparse unos días en octubre para romper con la rutina y desconectar del ritmo frenético del trabajo. Pasado agosto, Madrid, Sevilla o Barcelona vuelven a colocarse en primera línea de destinos para escapadas de otoño, así que ahora -con los precios todavía bajos- es el mejor momento para preparar un viaje diferente, en un hotel para sorprender.

Los meses de septiembre y octubre son una buena época para las escapadas en pareja: el tiempo acompaña, los niños están entretenidos con su vuelta al colegio y las propuestas y planes de ocio que ofrecen las grandes ciudades españolas se revitalizan.

Asimismo, en estos meses del año que representan los últimos coletazos del verano, se pueden encontrar hoteles únicos en Madrid a muy buenos precios, con ofertas muy interesantes para los que viajan en pareja.

Es, por tanto, un buen momento para elegir un hotel distinto, con personalidad propia y espacios de diseño en los que el descanso es una experiencia en sí misma, más allá del destino y de la ubicación elegida.

Aunque el alojamiento en España sigue una tendencia clásica, sobre todo en las zonas de playa, en Madrid sí existen pequeñas joyas hoteleras que pueden cumplir esa máxima de dar poner un elemento realmente distintivo a un viaje. Un buen ejemplo son esos hoteles que ocupan edificios históricos, como el Petit Palace Posada del Peine, que destaca por ser el hotel más antiguo de España y goza de una ubicación única, junto a la Plaza Mayor de Madrid.

La capital de España está plagada de monumentos y plazas que se han convertido en auténticos símbolos de todo el país. En este sentido, otra buena opción para sorprender es encontrar un hotel en la Puerta del Sol, con vistas al reloj que marca cada año nuevo y a esta bulliciosa plaza que es uno de los grandes puntos de encuentro de Madrid.

Las propuestas son múltiples: alojarse en un hotel en el primer rascacielos de Madrid, reservar en el exclusivo y único hotel de la Calle Serrano o amanecer en un hotel de lujo frente al parque de El Retiro… La dificultad está en elegir.